lunes, 13 de agosto de 2012

Ganancias: ya son casi 20 los proyectos en el Congreso para actualizar el mínimo no imponible





Cada vez más sectores se manifiestan a favor del aumento en los topes a partir de los cuales se paga el impuesto. Expertos analizan las principales propuestas y dan su "veredicto" sobre qué debe cambiar en el tributo para lograr una mayor equidad
Por Gonzalo Chicote

El pedido de modificar el mínimo no imponible (MNI) del Impuesto a las Ganancias aún está lejos de quedar en el olvido.

Pese a la fractura que se produjo en la CGT, ambas fracciones tienen en carpeta -como uno de los temas principales- el aumento de los topes a partir del cual se comienza a pagar el gravamen.



Recientemente se sumaron al reclamo la CTA oficialista, que conduce Hugo Yasky, y la Federación Agraria Argentina (FAA), que se reunió con la cúpula de la CGT con la mira puesta en el impuesto que recae sobre los trabajadores.

Pero no todas las iniciativas provienen de las entidades gremiales. También desde el Congreso han surgido numerosas propuestas tendientes a modificar el escenario actual.

En efecto, los diputados ya presentaron cerca de 20 proyectos para modificar varios artículos de la Ley de Ganancias.

Ante la consulta de iProfesional.com, desde la Agencia FOIA indicaron que existen "diecisiete iniciativas con estado parlamentario en el Congreso".
Doce de ellas fueron confeccionadas entre enero y junio de este año. Y éstas se suman a otras cinco que fueron presentadas durante el 2011, redactadas por Fernando Yarade (FpV), Jorge Triaca (PRO) que presentó una con su firma y otra junto a Julián Obiglio (PRO), Gerardo Milman (GEN) y Alicia Comelli (Movimiento Popular Neuquino) y que aún tienen posibilidades de ser tratadas.
Según indicaron, "todas fueron giradas a la comisión de Presupuesto y Hacienda. Adicionalmente, sólo una fue enviada a la comisión de Turismo, ya que apunta a que los gastos incurridos por viajes al interior del país también sean deducibles".
Lo llamativo del caso es que entre los proyectos que buscan modificar el actual régimen hay dos que fueron confeccionados por kirchneristas: el de Stella Marys Leververg y el de Fernando Yarade.
Desde la Agencia detallaron que, de todas las propuestas, "a dos se les solicitaron mociones de preferencia con dictamen de comisión para las próximas sesiones. Se trata de los expedientes impulsados por la UCR y la Coalición Cívica".
Ante este escenario, la consultora tributaria Betina Yerien recordó que "a fines del año pasado el Congreso sancionó la Ley 26.731 que cambio la norma del gravamen y convalidó las subas en las deducciones personales que se habían determinado para el período fiscal 2010 y el 2011".
"Asimismo esta última modificación otorgó facultad al Poder Ejecutivo Nacional a incrementar los montos previstos en el artículo 23 de la ley, para a evitar que la carga tributaria del citado gravamen neutralice los beneficios", explicó la especialista.
De esta manera, remarcó, "están dadas las condiciones para que sea válido el incremento reclamado por varios sectores de la sociedad".
Cuáles son los cambios que se persiguen
La mayoría de los proyectos analizados proponen modificar las deducciones que los empleados en relación de dependencia pueden computar al momento de pagar el impuesto.
Todos contemplan un aumento de los valores establecidos en el artículo 23 de la ley, que varían entre el 6% y el 68 por ciento.
El siguiente cuadro muestra algunos de los proyectos más importantes:
En unas pocas iniciativas se incorpora un artículo que permite el ajuste automático de estos conceptos, en base a parámetros prestablecidos (por ejemplo, índice de salarios del INDEC), tales como las propuestas formuladas por Alfonso Prat Gay, Ricardo Alfonsín y Roy Cortina.
Otras buscan algún tipo de deducción especial. En este sentido, el radical Mario Barbieri propone descontar de las ganancias netas los gastos que realice el empleado en turismo interno.
La del diputado Claudio Lozano contempla que los pagos de alquileres de una vivienda sean deducibles, mientras que Facundo Moyano apunta a excluir los ingresos del aguinaldo.
Varios proyectos persiguen un ajuste en los ingresos que se deben considerar al momento de aplicar las alícuotas que se pagan en cada escala del tributo (que detalla el artículo 90).
Desde la UCR, las iniciativas surgidas de Miguel Ángel Giubergia, Ricardo Alfonsín, Fabián Rogel y Juan Casañas apuntan a modificar las tablas de tasas, aumentando en algunos casos las ganancias y, en otros, incorporando nuevas alícuotas.
Los proyectos de Roy Cortina (PC), Claudio Lozano y Nora Iturraspe (Unidad Popular), así como el de Facundo Moyano, también buscan que se modifiquen los parámetros del artículo 90.
La visión de los especialistas
El consultor tributario Orlando Gualtieri manifestó que "es necesario considerar, cualquiera fuere el número que finalmente se establezca para el mínimo no imponible, que no puede ser equivalente a una jubilación mínima, ya que este concepto condiciona luego la deducibilidad efectiva de las cargas de familia".
Asimismo, destacó que "es muy importante que cualquier modificación de la legislación se haga teniendo en cuenta aquellas cuestiones que están correlacionadas. Y, además, que se utilicen expresiones simples, que no impliquen dificultad de interpretación posterior".
Otro de los aspectos en el que hizo hincapié Gualtieri se vincula con las condiciones necesarias para las deducciones: "Se debe tener en cuenta que la persona a cargo pueda tener ingresos algo superiores al mínimo".
El especialista explicó que "hoy se da la paradoja de que la jubilación establecida para el primer escalón del sistema previsional es superior a esa cifra. Y si bien no paga impuestos -dado que se tiene en cuenta la deducción especial-, no puede computarse como carga de familia. Así, los padres, suegros y aún el cónyuge pueden quedar fuera".
Por esta razón, Gualtieri remarcó que "debería considerarse como condición para la deducibilidad una cifra superior, para permitir descontar a quienes tienen como ingreso una jubilación exigua".
Respecto de la escala que establece el artículo 90, Gualtieri sostuvo que "es razonable considerar algunos escalones más partiendo de una tasa, como ocurre en uno de los proyectos, que propone una del 6%".
"La tasa máxima será la primera cuestión a convenir, ya que no parece razonable que se supere el 35%. Pero, si lo hiciera, debería aplicarse a escalones de renta que estén por encima de los $400.000 o $450.000 al año. Es decir, que recaería sobre quienes superen los mínimos y las deducciones especiales en un promedio de $33.000 o $37.000 mensuales", sostuvo el especialista.
"Es necesario que se apliquen alícuotas diferenciales que impliquen verdaderamente peldaños y que no sean saltos gigantes entre una y otra. Por ejemplo, una propuesta plantea las siguientes tasas: 6%, 9%, 17%, 31%, 35%, 37% y 39%. En este caso, sería sensato pensar también en agregar alguna intermedia entre la del 9% y la siguiente", indicó.
Por otra parte, el experto destacó que "los escalones inferiores no parecen serios si se diferencias en $10.000 entre uno y otro".
En tanto, Mario Buedo, socio del estudio Montero & Asociados, remarcó que "no resulta vano insistir en que la ley de Impuesto a las Ganancias necesita una reforma integral que actualice y ordene todas las modificaciones parciales que se le han hecho hasta el presente, sin olvidar que dicha reforma debe incluir la del decreto reglamentario, que está más desactualizado aun que la propia ley".
"Sin embargo tenemos que continuar conformándonos solamente con los cambios periódicos que se le realizan a los valores que componen las deducciones personales, para tratar que el efecto de los aumentos nominales de los salarios que se consiguen para compensar la inflación no se conviertan en un incremento ficticio de la base imponible para el cálculo del gravamen", sostuvo.
El especialista remarcó que "este problema que se suscita por la demora en ajustar dichos importes el Congreso de la Nación podría solucionarlo, por ejemplo, dándole facultades al Poder Ejecutivo, por medio de un procedimiento de cálculo automático de actualización aplicable a fin de año, que contemple el promedio de los porcentajes de aumento obtenido luego de finalizadas las negociaciones salariales".
No obstante, Buedo recordó que existe otro problema, atado al ajuste de los importes previstos de deducciones personales: "La desactualización que tiene la tabla progresiva que se aplica para el cálculo del impuesto y que en principio sigue sin cambiarse".
"Su falta de modificación también contribuye a que el efecto de cualquier aumento en el mínimo no imponible sea relativo, ya que con el cuadro actual se sigue gravando con el tributo a sujetos que realmente no tienen la capacidad contributiva", concluyó el experto.

Fuente: IProfesional

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